Bogotá, 30 dic. CI.- Desde principios de diciembre iniciaron las reuniones de la comisión encargada de acordar el porcentaje del aumento salarial. Hoy tras conocerse la cifra establecida por decreto, hubo múltiples manifestaciones  de rechazo por lo que se considera un nuevo golpe económico a los intereses de los trabajadores y en general a los colombianos. Las centrales obreras iniciaron inmediatamente acciones de rechazo y protesta contra este aumento que catalogan de “miserable y pírrico”.

Uno de los temas de interés que esperaban los colombianos era el incremento del salario mínimo para el año 2016. Las esperanzas en el diálogo social en material laboral y salarial del país, auguraban un incremento acorde a las necesidades sociales ad portas a un escenario de posconflicto.  
 
Este dialogo entre los empresarios, centrales obreras y el gobierno nacional se constituye en un escenario en donde las partes hacen un estudio de los temas relacionados con la política laboral del país, así como un análisis de los indicadores más relevantes que en materia económica impactan el mercado laboral. El supuesto propósito es determinar el incremento ideal para el salario mínimo que devengaran mensualmente los colombianos.

La importancia social del salario mínimo mensual, se define por tres aspectos, primero por qué constituye un mecanismo de redistribución de la bonanza económica que puede impactar el nivel de pobreza y desigualdad para los hogares. En segundo aspecto, desde una perspectiva económica, se considera como un instrumento de política antinflacionaria por ser una herramienta clave en el tema de costos de producción y gasto público. Y finalmente el tercer aspecto es la importancia política a la hora de fijar el salario mínimo, ya que si no hay un consenso entre las tres partes, es el gobierno quien toma la decisión a través de un decreto.

La decisión del aumento que se debía conocer el 15 de diciembre se retrasó debido a los desacuerdos entre las partes en concertación. El viceministro de relaciones laborales, Enrique Borda, afirmaba que “las condiciones económicas actuales del país dificultan el acuerdo entre las partes” aunque resaltaba que la discusión seguía viva. Las centrales obreras pedían un incremento del 12 por ciento para lograr devolverle en parte el poder adquisitivo del salario a los trabajadores.

El debate tomó fuerza al conocerse que el salario mínimo en Colombia tiene una cobertura del 49.57% del costo total de la canasta básica la cual se calcula en un 1.300.000 pesos.

Hoy 30 de diciembre, día en que se cumplía el plazo para las partes en negociación y debido a la imposibilidad de acuerdo, el gobierno nacional dio a conocer el nuevo incremento del 7% para el salario mínimo que será fijado nuevamente por decreto. Desde que fue creada la Comisión solo en 5 de las 19 reuniones se ha logrado un acuerdo.

Finalmente, una vez se dio a conocer la decisión unilateral del Gobierno, la centrales obreras, anunciaron el inicio de conversaciones para la convocatoria de un paro cívico nacional. Miembros de la Central Unitaria de Trabajadores -CUT- incluso realizaron un pequeño mitin en las afueras de las oficinas del ministerio de trabajo. 

CI GT/AR/30/12/15/19:38