23 oct. CI.- Simón es un joven alegre, tranquilo y sensible. Él es estudiante de gastronomía, artista, tatuador, viajero, porrista y taekwondoga. Simón es un portador de sueños. Su vida puede verse apagada sí la Cancillería colombiana no toma acciones a tiempo. 

Mejía se encontraba de vacaciones en Perú y sufrió un grave incidente en las playas de Máncora durante la madrugada del 18 de octubre: recibió un disparo en la cabeza que hoy lo tiene debatiéndose entre la vida y la muerte en el Hospital Regional JAMO, de Tumbes, ciudad de ese país Suramericano.

Su familia y amigos se han manifestado de diversas formas en las redes sociales a través del hashtag #FuerzaSimón en solidaridad con él. Hay también iniciativas para la recolección de fondos. Diversas figuras públicas como la apneísta Sofía Goméz y el cantante Mario Muñoz, miembro de la banda Doctor Krápula, han respondido al llamado de sus familias.

El objetivo de la recolección de fondos es lograr el traslado de Simón Mejía desde el hospital donde está internado en Perú a un tratamiento especializado en la ciudad de Medellín, Colombia. Sin embargo, la Cancillería colombiana ha estado dilatando el traslado de Simón Mejía para que esté con sus familiares. Según lo expresó su tía Mónica Lucía Vélez: «los cancilleres se están burlando de nosotros», a pesar de que el parte médico ya está dado.

Este 22 de octubre las noticias no era nada alentadoras. El último parte médico de Simón evidencia el deterioro de su salud. Se necesita traerlo a Colombia. Aún se siguen insistiendo en conversaciones con Cancillería, con el Consulado pero no hay acciones inmediatas. La burocracia está dejando morir a Simón en un lugar donde no tiene las condiciones de sobrevivir.

CI CC/PC/23/10/2017 9:30