El pasado lunes fue asesinado el líder afrocolombiano Gilmer Genaro García Ramírez, quien encabezaba el Consejo Comunitario del Alto Mira y Frontera. Los hechos ocurrieron  en la zona rural del municipio de Tumaco, departamento de Nariño, ubicado en el suroccidente del país. El Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano -Compa- hizo un fuerte llamado para que se detengan las acciones de guerra contra los dirigentes sociales.

Según la denuncia internacional realizada por Compa, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC- son las responsables del asesinato de García, por lo que solicitaron un pronunciamiento por parte de los negociadores de La Habana sobre lo ocurrido. A su vez, exigieron del Gobierno garantías y protección para los líderes sociales y afrodescendientes.

García es recordado como un “incansable defensor de los derechos colectivos del Pueblo Negro, y derechos de las víctimas Afrocolombianas del conflicto”.  Ocupó cargos de importancia en la Red de Consejos Comunitarios del Pacifico Sur -Recompas- y desde hace más de 5 años denunció amenazas y persecuciones en su contra. 

Según la denuncia, en razón de su postura de defensa de los derechos étnico-territoriales, la vida, autonomía y neutralidad respecto a los grupos armados en el territorio: “tenía serias contradicciones con los mandos de la FARC que hacen presencia en la zona”.

La versión de las organizaciones

El comunicado internacional asegura que el 3 de agosto Genaro García fue instado a participar en una reunión con las FARC, en la zona rural de Tumaco. Ese día se movilizaba en un carro que fue detenido por hombres armados que los obligaron a descender, le pidieron identificación y nombre. “A Genaro lo obligaron a tirarse al piso con las manos en la cabeza, llegaron dos hombres en una moto y uno de ellos le disparó en la cabeza y en las piernas”, asegura el texto.

La organización denunciante es el Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano,una instancia de coordinación de acciones entre procesos y plataformas organizativas del orden local, regional y nacional de afrocolombianos que comparten el interés y el compromiso de contribuir desde una perspectiva étnica afrocolombiana a la “Mesa de Conversaciones para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera en Colombia”.

Persecución, intimidación y cese de hostilidades

El pasado 20 de julio inició un nuevo esfuerzo unilateral de las FARC por desescalar el conflicto armado. No obstante, la persecución y los actos de guerra contra el movimiento social por parte de diferentes actores no disminuye todavía.

El asesinato de García se suma a la reciente ola de detenciones y amenazas a líderes de diferentes organizaciones sociales con presencia nacional. Las organizaciones sociales han manifestado en repetidas ocasiones la necesidad de que el cese de las hostilidades se extienda a los dirigentes, para hacer un alto en la escalada de persecución y criminalización en su contra.

Aun no se conoce ningún pronunciamiento oficial de las FARC al respecto de lo ocurrido. Se espera que en las próximas horas los negociadores de esta guerrilla aclaren su responsabilidad en la muerte de García.