01 jun. CI.- En una entrevista reciente el hacker Andrés Sepúlveda, condenado a 10 años de prisión por espionaje a los Diálogos de Paz de La Habana y otros delitos como concierto para delinquir y uso de software malicioso, afirmó que durante el Paro Agrario, Étnico y Popular que se llevó a cabo en todo el país durante el año 2013, y con autorización de la Policía Nacional creó, a partir de las protestas del 29 de agosto en la Plaza de Bolívar en Bogotá, una campaña mediática de desprestigio que se llamó el “Cartel de los vándalos”, la cual acusó y señaló de vandalismo a los participantes de la protesta. Acusación que implicó el hostigamiento de la Policía y la persecución y encarcelamiento de varias personas inocentes. El antiguo hacker del uribismo afirmó tener todas las pruebas necesarias para sustentar esta información.

En Colombia la censura a la protesta social es común. Cualquier asomo legítimo de inconformidad o exigencia por parte de los ciudadanos al Estado suele ser señalado de “terrorista”, “vandálico”, “criminal”, “absurdo” y un sinnúmero de apelativos que vulneran el derecho a la protesta, desvían la atención mediática, estigmatizan las acciones y ponen en peligro la integridad de las personas.

En ese momento (2013), el presidente Juan Manuel Santos respondió a la jornada de protestas con el ingreso de 50.000 soldados del Ejército para controlar los bloqueos en la capital del país y la invitación a la ciudadanía a denunciar “a los responsables de los actos vandálicos” a quienes llamó “el cartel de los vándalos”. Además, las negociaciones entre el gobierno y los campesinos estuvo en peligro de deshacerse por los continuos señalamientos de terrorismo y violencia a los manifestantes.

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El hacker Andrés Sepúlveda, quien trabajó para el Centro Democrático en varias campañas de desprestigio y espionaje, y que otrora se declaró “más uribista que Uribe”, cumple actualmente su condena en la cárcel Picaleña de Ibagué y denunció que su vida sigue en peligro a causa de sus continuas declaraciones en las que involucra directamente al Centro Democrático de ser el responsable de dichos delitos No obstante, y pese a las contundentes pruebas que Sepúlveda ha entregado a la Fiscalía y a varios medios de comunicación nacionales e internacionales, tanto el Centro Democrático como el senador Álvaro Uribe Vélez aseguran que no lo conocen y que todo es una mentira que busca desprestigiar su labor política. Sin embargo, el hacker aseguró que recibió unos 1.000 millones de pesos en pago por interceptar las comunicaciones de los Diálogos de Paz y afirmó que se arrepiente de haber trabajado para el Centro Democrático.

De acuerdo a la entrevista realizada por los periodistas e investigadores María José Medellín y Santiago Martínez, Andrés Sepúlveda comentó por primera vez que “en el paro agrario de 2013, el 29 de agosto hubo una marcha en la Plaza de Bolívar, en Bogotá, y al otro día salió un cartel que se llamaba el cartel de vándalos. Yo soy la única persona que puede comprobar que eso es un falso positivo de la Policía. Tengo la información técnica, los correos electrónicos que involucran a altos mandos de la Policía. De los capturados, un 95% eran personas inocentes”, (El Espectador, 31 de mayo de 2016).

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Estas declaraciones son preocupantes en medio de un segundo Paro Nacional Agrario, Étnico y Popular que se lleva a cabo en este momento en el país, a propósito de los incumplimientos de los acuerdos por parte del gobierno firmados en 2013, en el cual ya se han presentado acciones violentas por parte de la Policía y el Esmad contra la población civil. Acciones que luego son tergiversadas y presentadas por algunos medios de comunicación y comunicados oficiales como “actos terroristas”, “infiltrados por grupos al margen de la ley”, “llenos de vándalos que buscan satisfacer intereses particulares”, falsos positivos mediáticos, judiciales y policiales que, de manera irresponsable, deslegitiman la protesta social y ponen en peligro la dignidad y vida de las personas.