14 oct. CI.- El 11 de octubre se desarrolló el Consejo Académico Ampliado de la Universidad de Pamplona, Norte de Santander, como resultado de la Asamblea Multiestamentaria convocada en ese centro de estudios, en el marco del Paro que se desarrolla desde la última semana de septiembre.
La reunión inició con más de una hora de retraso debido a que administrativos no accedían a la garantía mínima que exigían los estudiantes de contar con la presencia de 29 de sus representantes, 4 de ellos con los rostros cubiertos.
Dicha negación provocó descontento por parte del estudiantado, dando paso a confrontaciones verbales y amenazas de intervención de fuerza pública. Se planteó no conceder ingreso a los 4 estudiantes que permanecían cubriendo sus rostros por razones de seguridad. Sobre las 4 pm, los administrativos accedieron a que el Consejo se diera en presencia de los 29 representantes, sin discriminación por ocultar sus apariencias.
Pasada una hora de Consejo Académico, se logró al fin tocar el primer punto de las doce exigencias estudiantiles. “Se exigen las garantías para los estudiantes participantes de las jornadas de cese de actividades, a saber: no persecución académica, no inicios de procesos disciplinarios, reajuste del calendario académico de acuerdo con las necesidades propias del estamento estudiantil y asimismo se hace la aclaración que cualquier actividad académica realizada durante el cese de carácter presencial o virtual no tendrá ninguna validez”, declararon.
Ante este punto, la respuesta administrativa fue de total negación, lo que hizo que varios estudiantes se levantaran de la mesa. Sin embargo, y para optimizar el normal desarrollo de los diálogos, se le hizo el llamado al estamento administrativo, en cabeza del Rector Iván Torres a que replanteara su posición negativa y que en cumplimiento de sus labores diera respaldo a los derechos de los estudiantes.
“Pudimos evidenciar que era una dinámica para generar desgaste al movimiento estudiantil para que los estudiantes asistentes se agotaran y se fueran. Sería para ellos un alivio liberarse de todo el estudiantado y su presencia en un Consejo Superior Ampliado”, afirmó Iván Gáfaro, estudiante de Ingeniería Agronómica y vocero estudiantil.
Pasaron más de tres horas para que la Administración accediera a aceptar el primer punto y continuar el consejo. A las 8:15 de la noche estuvo lista el acta que compromete a la administración de la Universidad de Pamplona a dar garantías de no persecución ni procesos académicos a los estudiantes participantes del cese.
Cuando se iba a dar paso al segundo punto, el estamento docente manifestó querer unirse a la primera garantía ya aprobada para estudiantes, teniendo en cuenta que son muchas las persecuciones de las que también son víctimas, esto generó un nuevo debate que desencadenó en más prolongación del diálogo.
En el segundo punto, que convocaba a un Consejo Superior Extraordinario (negado en ocasiones pasadas por Rectoría), se acordó que tendría lugar el 13 de octubre a las 4 pm en el campus principal de la Institución.
El tercer punto, que solicitaba un informe financiero exhaustivo de la Universidad sobre la vigencia desde 2016 hasta 2018, se resolvió en que el rector entregará dichos informes, incluyendo además la documentación de los años 2013 a 2015.
Los puntos cuarto, quinto y sexto que corresponden a la solicitud de congelamiento de préstamo por 20.000 millones de pesos hasta que no haya conocimiento por parte del estudiantado de la capacidad de pago; un balance completo del estado financiero con relación a la inversión de la Universidad de Pamplona para con la IPS; y una rendición de cuentas sobre el estado financiero de ingresos y egresos de la granja experimental villa marina.
“Se logró consenso en gran parte de los puntos que se encontraban dentro de las exigencias de los estudiantes, y aquellos que no eran competencia del consejo académico, fueron elevadas al consejo superior”, comentó Jonathan Acevedo, estudiante de Ingeniería Industrial y miembro de la organización Escuela Paulo Freire, luego de que el rector se mostrara dispuesto a entregar a los estudiantes y al Consejo Superior, todos los informes que corresponden a la rendición de cuentas en las fechas propuestas en el pliego.
Los siguientes puntos, que corresponden desde el séptimo hasta el once, fueron expuestos y el rector estuvo aparentemente de acuerdo con estas propuestas.
“Diría que el balance de cada punto es que el señor rector decía ‘sí, sí, no’, se evidenció que no tenía estudiado los puntos que tenemos como exigencias, que no tiene propuestas, que está perdiendo el liderazgo porque nosotros esperábamos que fuera un debate de ideas y de puntos, con más altura, más nivel académico por parte de él, se le vio el interés de salir rápido de ese escenario, de evacuar los puntos rápido”, expresó Iván Gáfaro.
A pesar de la aparente disponibilidad administrativa para negociar, el descontento es general debido a los antecedentes de acuerdos y promesas incumplidas a los estudiantes.
“No veo las garantías de la transparencia de los procesos que allí se discuten y la percepción personal que tuve en la sesión de ayer fue de una convergencia de fuerzas de todo tipo de procedencia, mezclada con la ingenuidad e ignorancia tanto de las masas estudiantiles como de los colegas docentes” afirmó el profesor Ariel Becerra.
El estamento docente y el cuerpo estudiantil permanecen en defensa de la educación pública y se reconocen en la importancia del espacio, entendiéndolo como decisivo para el posible levantamiento o continuidad indefinida del cese.
CI JO/PC/14/10/17/12:00