17 jul. CI.- En su más reciente informe la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes -JIFE- pone la lupa sobre el autocultivo de marihuana para uso medicinal en Colombia. El organismo problematiza las disposiciones del gobierno consagradas en el Decreto 2467 de 2015, en en el cual se autoriza el autocultivo de marihuana, argumentando que dicha regulación da vía libre para desviaciones hacia usos ilícitos.


Por Colectivo Hoffman*. La JIFE es un organismo internacional independiente y con facultades casi judiciales, se sustenta en una serie de convenciones internacionales y tiene como principal objetivo monitorear la implementación de los tratados de fiscalización de sustancias psicoactivas ilícitas de la Organización de Naciones Unidas -ONU-. La JIFE está compuesta por trece miembros de diferentes nacionalidades, entre los cuales se encuentra el colombiano Francisco Thoumi, quien ostentará su cargo hasta el año 2020. Entre las principales funciones de la JIFE se encuentran el aseguramiento ​de​ ​provision​es ​de​ ​drogas​ ​lícitas​ ​para​ ​propósitos​ ​médicos​ ​y científicos, lla prevención de​ desviaciones ​de​ ​drogas​ ​lícitas​ ​y​ ​precursores​ ​químicos​ ​hacia​ ​canales de​ ​distribución​ ​ilícita, y la identificación de ​debilidades​ ​existentes​ ​en​ ​los​ ​sistemas​ ​de​ ​control​ ​nacionales​ ​e internacionales,​ ​así como las ​recomendaciones​ ​ ​para​ ​hacer​ ​frente​ ​a​ ​estas​ ​debilidades,​ manteniendo​ ​un​ ​diálogo​ ​permanente​ ​con​ ​los​ ​gobiernos​ ​para​ ​asistirlos​ ​en​ ​el​ ​cumplimiento​ ​de ​obligaciones asociadas a las convenciones de sustancias psicoactivas.

La JIFE ha aplaudido brevemente el proceso de paz entre las FARC y el Gobierno, y la designación de un punto que trate exclusivamente de la solución al problema de las drogas ilícitas. No obstante, la polémica surge cuando exhorta a Colombia a prohibir el autocultivo de cannabis medicinal. El capítulo que dedicó la JIFE a la situación de fiscalización de sustancias psicoactivas ilícitas en Colombia desató controversia al indicar que “si bien el marco jurídico y regulador de Colombia cumple la mayoría de las condiciones para el establecimiento de programas de uso del cannabis con fines médicos, de conformidad con la Convención de 1961, la Junta observa con preocupación que el Gobierno de Colombia haya autorizado el cultivo privado para uso personal. Como ha hecho anteriormente, la Junta desea recordar a todos los Estados que ese tipo de cultivo no cumple los requisitos mínimos de control establecidos en la Convención, debido al elevado riesgo de desviación que representa. Por lo tanto, la Junta invita al Gobierno de Colombia a que adopte medidas para prohibir esa forma de cultivo».

Colombia ha suscrito gran parte de los tratados internacionales sobre fiscalización de sustancias psicoactivas ilícitas, los mismos tratados que designan las funciones de la JIFE. El Decreto 2467 de 2015 tiene como objetivo “reglamentar el cultivo de plantas de cannabis, la autorización de la posesión semillas para siembra de cannabis, el control de las áreas de cultivo, así como procesos producción y fabricación, exportación, importación, uso de y sus destinados a fines estrictamente médicos y científicos”. La JIFE se refiere puntualmente al Parágrafo del Artículo 11 que indica que “las actividades de Autocultivo no requieren Licencia de Cultivo ni estarán sometidas al cumplimiento de la presente reglamentación”. Al parecer, la JIFE considera que el autocultivo de cannabis de uso medicinal es perjudicial para la efectiva prohibición del cannabis con fines no médicos.

Autoridades como el Alcalde de Corinto, Cauca, Edward García, afirman que “(el cultivo de marihuana) es el principal problema de mafias y el generador de violencia en el municipio. Corinto, entre el 2015 y el 2016, presentó 94 homicidios, todos productos de la mafia y el narcotráfico. Como esto realmente es un problema para nosotros, creemos que se tienen que implementar programas de sustitución en el municipio, para eso hemos visto una oportunidad toda la reglamentación que viene de marihuana medicinal”.


Para el Consorcio Internacional de Política de Drogas -IDPC por sus siglas en ingles-, una red mundial compuesta por más de 173 ONG, es preocupante la actuación de la JIFE en los escenarios de discusión para avanzar en nuevos lineamiento de política de drogas, la IDPC argumenta que la JIFE  se ha movido con secretismo y que los mecanismo de rendición de cuentas brillan por su ausencia. Aunado a ello se menciona que no se ha actuado equilibradamente pues se ha priorizado la interpretación estricta de lo que ellos consideran el espíritu de las convenciones de drogas, incluso en  detrimento de temas de salud, en los que incluso hay diferencias con la Organización Mundial de la Salud.

Cultivo de Marihuana: otra forma de potenciar la economía campesina

El Decreto 2467 de 2015 está dando paso a un conjunto de medidas que benefician de manera importante a varias poblaciones anteriormente afectadas por el narcotráfico. Por ejemplo, los procesos de regulación de plantaciones de marihuana en el Cauca con los casos de las cooperativas Caucannabis y Sannabis, que lejos de ser un modo de legalizar dinero del narco, se están convirtiendo en una manera de potenciar la economía campesina de comunidades históricamente olvidadas, además aportar un modelo de producción alternativo y ambientalmente sustentable.

Como lo señala el Alcalde de Corinto: ”La marihuana también (ha producido conflictos) y hoy la podemos transformar a un tema legal, si nosotros legalizamos la marihuana, donde los campesinos puedan empezar a sembrar y asociarse con las empresas, vamos a quitarle un combustible a la guerra, eso para nadie es un secreto, y vamos a quitar el intermediario que siempre son las mafias, las mafias son los intermediarios entre el cultivador y  el consumidor, pues le vamos a quitar las mafias a esto, y vamos a  dejar (el cultivo) más bien en cabeza de asociaciones y cooperativas que son la que deben llegar al municipio”.

También vale la pena mencionar las innumerables personas con enfermedades crónicas que, ante la imposibilidad de conseguir productos certificados y de óptimas calidades, anteriormente recurrían al mercado negro para satisfacer su demanda de marihuana medicinal. El Decreto abre la puerta a que dichas personas generen y adquieran un producto seguro que reduzca su dolor y mejore su calidad de vida. Las declaraciones de la JIFE  que buscan prohibir de tajo el  cultivo privado para uso personal resultan problemáticas, especialmente para  Colombia, donde el  acceso a la salud está restringido de manera profunda, aun cuando argumenta posibles desviaciones del cannabis para otros fines no se analiza la posibilidad de regular el autocultivo como una manera de acceder a la marihuana de manera segura y legal.

CI CH/DM/17/7/17/10:06

*El Colectivo Hoffman es una plataforma para el diálogo informado y abierto sobre Política de Drogas en consonancia con los DDHH y los retos de la Paz, sobre Sustancias Psicoactivas (SPA), así como un espacio de promoción de los derechos y deberes de usuarios y no usuarios de SPA. Página web: https://www.facebook.com/ColectivoHoffman/